La fraternidad que se apropió de obra pública en Nayarit
Por Redacción/Animal Político
En septiembre de 2011, cuando el gobernador priista Roberto Sandoval Castañeda rindió protesta se autodefinió como parte de una nueva generación: “la gente reclama de la política y de los políticos honestidad”, dijo en un auditorio saturado de asistentes.
Era la época de ascenso al poder del nuevo PRI, ese de Javier Duarte en Veracruz y de Roberto Borge en Quintana Roo. En el rito político, el exalcalde de la capital Tepic agradeció su candidatura al presidente nacional de su partido: “Gracias a mi líder, a mi amigo, a mi maestro: al profesor, Humberto Moreira”.
También destacó la presencia de Enrique Peña Nieto y la del entonces gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, hoy prófugo de la justicia. Todos estaban ahí: sentados en primera fila para ver el inicio del autonombrado “Gobierno de la gente”.
Sandoval formó su gabinete, y en éste sólo repitieron dos de sus principales colaboradores municipales: Édgar Veytia, que al tiempo se convirtió en fiscal estatal y hace unos días fue detenido en Estados Unidos acusado de producir y distribuir droga en su territorio, y Gianni Ramírez, Secretario de Obras Públicas.