Llama Boff a jóvenes mexicanos a conservar la memoria del 68
Paola Ramos / Cencos
En el año de la conmemoración número 50 del movimiento estudiantil de 1968 en México, el pensador brasileño Leonardo Boff llamó a los jóvenes mexicanos a mantener un espíritu de cambio y lucha para lograr la construcción de una sociedad más justa, como lo hicieran los estudiantes de aquella época.
“Los jóvenes de 1968 estaban impulsados por una gran esperanza, el sueño de otro tipo de sociedad: más igualitaria, más fraterna, más participativa. Ese sueño es permanente y yo deseo para los jóvenes de México, dentro de una situación cambiante y difícil, que mantengan ese espíritu de que es posible cambiar, en el sentido de que las personas sean más respetadas y los derechos, especialmente de los pobres, sean reconocidos”, dijo el teólogo en entrevista con el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos).
Boff dio inicio este martes al Coloquio “M68, Ciudadanía en Movimiento”, que conmemorará los 50 años del 68, con la conferencia magistarial “La conferencia de Medellín y el 68” en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, en la que destacó que el movimiento estudiantil se ubicó en el marco de distintos hechos que marcaron la historia del mundo, como la lucha de Martin Luther King por la comunidad negra, las reacciones de rechazo a la Guerra de Vietnam y la lucha por la igualdad de género en Europa y Estados Unidos.
En ese sentido, dijo, la “revolución del 68” produjo una ruptura que significaba abandonar cierto tipo de comportamientos, ideas, instituciones y evidencias colectivas. “Recrear, reinventar una humanidad, rehacer la sociedad, porque ella no puede ser parada. Su situación concreta no es la permanencia, sino la evolución, la transformación”.
“México fue el país que más sufrió porque todos conocemos la triste noche de Tlatelolco. Fueron 131 víctimas a partir de un Estado de terror. Un Estado que no tiene sentido de humanidad, de interpretación de lo que ocurre en la sociedad”, sostuvo en su ponencia.
Para Boff, la memoria del acontecimiento no debe perderse sino analizarse desde dos perspectivas: una, desde la que la historia se rehaga y otra en la que se redireccione la historia de hoy hacia la construcción de una sociedad mejor, en un contexto que se caracteriza por una globalización que no es social, cultural ni política, según explica, sino “solamente económica y financiera, una dictadura de las finanzas especulativas”