De la religión al territorio y a la política: la violencia que mina la vida en Los Altos de Chiapas
Por Redacción/Anima Político
Escenario constante de conflictos internos entre partidarios de distintos partidos, de grupos religiosos y de reclamantes de tierras, la violencia en Chenalhó recrudece ahora por razones electorales que han dejado cientos de personas desplazadas de tres municipios, de acuerdo con las denuncias.
Incubada por décadas, la violencia crece en el municipio de Chenalhó, en Chiapas. Ahora se expande y alcanza no solo a sus pobladores, sino también a los vecinos cercanos. El 24 de marzo pasado, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) denunció que un grupo armado proveniente del ejido Manuel Utrilla desplazó a 90 familias tsotsiles de la comunidad de Koko, en el municipio de Aldama. Los desplazados se encuentran dispersos en la montaña, sin condiciones de seguridad ni de asistencia humanitaria.
El grupo armado que provocó este desplazamiento es el mismo que cuatro días antes, el 20 de marzo, expulsó de sus casas y territorios a 145 familias de Tabak, también en Aldama. Desde febrero de este año, otras comunidades aldameñas, como Cotzilnam, Stselej Potop, Xchuchte y Puente, han sido víctimas de ataques con armas de fuego orquestados por alrededor de 75 hombres.
Quienes han huido a las montañas lo han hecho porque saben que los armados están dispuestos a ir más allá de asustarlos. Apenas el lunes 2 de abril, un grupo ejecutó a tres personas de la comunidad San Pedro Cotzilnam, Aldama. En los hechos también murió un poblador de Atzamilo, Santa Martha, municipio de Chenalhó, de acuerdo con información divulgada por el Centro de Derechos Humanos Ku´untik.
De acuerdo con el Frayba, existen testimonios que mencionan que el grupo armado del ejido de Manuel Utrilla se encuentra reclutando personas y que se ha coordinado en sus acciones con otro, de corte paramilitar y procedente de Chenalhó, vinculado con la presidenta municipal Rosa Pérez Pérez, el mismo que según las denuncias operó en el desplazamiento de más de 5 mil personas en el municipio de Chalchihuitán.
La violencia no solo se esparce hacia afuera de Chenalhó, que ha sido escenario constante de conflictos internos entre partidarios de distintos partidos, de grupos religiosos y de reclamantes de tierras. El más reciente, el conflicto postelectoral de 2015, ha dejado cientos de personas desplazadas del Ejido Puebla.
Sumando los hechos, grupos armados de Chenalhó han causado la salida de habitantes de tres municipios. En todos los casos, los testimonios señalan a Rosa Pérez como la causante de que se hayan reactivado estos grupos armados, a los cuales se ubica como paramilitares. No obstante, el Frayba no descarta que estén también articulados con cédulas del crimen organizado y que en la zona, sobre todo entre Chalchihuitán yChenalhó, hay intereses económicos por los yacimientos de jade verde azul que se presume existen ahí.
Desplazados del Ejido Puebla y el Centro de Derechos Humanos Ku´untik han denunciado a Abraham Cruz, quien fungió como tesorero municipal en la administración de Rosa Pérez de octubre de 2015 hasta el 16 de marzo de 2018, como quien canalizaba los recursos a los grupos paramilitares para la compra de armas.