El calvario de Jaime Montejo, el activista por los derechos de las trabajadoras sexuales que murió por COVID
Alberto Pradilla/Animal Político
La última semana de Jaime Montejo es el ejemplo de un sistema sanitario golpeado y con graves dificultades para atender a la población enferma de coronavirus.
Jaime Montejo, activista social de 56 años, murió a las 3:40 de la madrugada del martes 5 de mayo. Al fallecer estaba solo, como obliga la COVID-19, postrado en la cama 34 de la Torre Quirúrgica del Hospital General de la Ciudad de México. A esa misma hora, atrás de Revolución, algunas de las trabajadoras sexuales a las que Montejo había apoyado con la Brigada Callejera dormían en la calle porque los hoteles cerraron y ninguna administración les ha encontrado una alternativa.
Esa fue su última lucha: tratar de dignificar las condiciones de vida ante la pandemia de uno de los sectores de la población más vulnerables.