Gobierno deja sin fondos programas para rescatar a jóvenes en riesgo de cometer delitos
Por Redacción/ Animal político
Tonatiuh sabía que aquel muchacho que llevaba siempre un arma y droga en las manos era muy bueno para dibujar. Tenía mal desempeño en la escuela por un supuesto déficit de atención y se había creído eso de que era tonto. Estaba empezando a robar para comprarse droga, pero podía hacer un retrato de cualquiera en 10 minutos; así que a Tona, como lo conocen todos en el barrio, se le ocurrió regalarle unos colores.
“Y así se fue encontrando, me dijo que se dio cuenta que era más feliz dibujando que estando en el otro planeta, y que prefería usar el dinero para comprarse más colores que para conseguirse una mona, una cerveza o una grapa. Ahora, a eso se dedica, a hacer rótulos”, cuenta Tona, que también ha logrado alejar de las pandillas a otro muchacho de su barrio, animándolo a jugar fútbol.
Tonatiuh desertó hace tres años de un grupo criminal de Ciudad Cuauhtémoc, en Ecatepec, después de que mataron a su mejor amigo, justo junto a él. Dice que no quiere ver morir a más amigos o a sus familiares. Y ahora se capacita formalmente para hacer trabajo de prevención de violencia en esta zona de altos índices delictivos, llena de armas, droga y bandas.