Mandos de Policía Federal propiciaron la desaparición de 7 elementos y un civil: CNDH
Por Redacción/Animal Político
Ocho años después de que siete elementos de la Policía Federal, más un civil que los acompañaba, fueran raptados y desaparecidos por una banda criminal en Michoacán, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) concluyó que diversos mandos de dicha corporación son corresponsables de lo sucedido a estas ocho personas (cuyo paradero se ignora hasta la fecha), ya que no cumplieron con su responsabilidad legal de “verificar (que) el despliegue operativo” se diera “en forma segura y expedita”.
Los siete agentes federales, raptados en noviembre de 2009, habían sido destacamentados por sus superiores en el municipio de Ciudad Hidalgo, en donde uno de ellos asumiría la dirección de la policía municipal, y los otros fungirían como sus escoltas.
Tal como constató la CNDH, aún cuando estos elementos (todos radicados en la Ciudad y el Estado de México) habían recibido esta encomienda de manera oficial, el mando de la Policía Federal no les asignó viáticos, radios, vehículos ni medios seguros para dirigirse a Michoacán y, por el contrario, se les ordenó resolver el traslado por sus propios medios, y realizarlo sin llevar sus uniformes, sólo sus rifles de cargo.
Debido a esto, los siete policías federales contrataron con sus propios recursos a un civil, para que con su camioneta particular los llevara a Ciudad Hidalgo, lugar al que nunca llegaron.
Según el testimonio del empleado de una gasolinera, poco después de ingresar a territorio michoacano, la camioneta en la que se transportaban los agentes fue interceptada por entre cuatro y cinco vehículos, de los que descendió gente con armas largas, quienes sometieron a los policías y al civil, y los privaron de la libertad, sin que hasta la fecha se haya determinado su paradero.
La CNDH concluyó que, en el caso de estos siete agentes y el civil que los acompañaba, los mandos de la PF violaron diversas disposiciones del Manual Rector del organismo, el cual instruye a los responsables de la corporación a garantizar que todo despliegue operativo se realice “sin poner en riesgo la seguridad del personal”.
Asimismo, los mandos de la PF incumplieron las normativas internas que les ordenan, por un lado, “nunca permitir el desplazamiento de personal armado y municionado en un vehículo particular”, y por el otro, que “debe prohibirse el desplazamiento (de personal) en vehículos solos o aislados”.
Igualmente, los mandos de la PF violaron la norma interna que los obliga a realizar recorridos previos de reconocimiento por las rutas que se pretende usar para el traslado de personal a zonas de despliegue.