Al menos 47 edificios colapsaron por la corrupción, por “ahorrar” dinero, denuncian especialistas
Por Redacción/Sin embargo
A partir de 1986 se expidieron leyes y protocolos para que las nuevas edificaciones cumplieran con los mínimos requisitos para que la devastación causada por el terremoto del 19 de septiembre de 1985 no se repitiera.
Pero el Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México aseguró que en la construcción “el tiempo es dinero” y resulta “más conveniente” realizar actos de corrupción para agilizar los trámites burocráticos. Aunque muchas veces esto provoca mayores precios de venta, incertidumbre en la calidad de los materiales y no hay certeza de que el inmueble cumpla con las reglas existentes.
Esta advertencia se cumplió tras el sismo de 7.1 grados del martes: al menos 47 edificios se desplomaron en la capital del país, entre ellos el Colegio “Enrique Rébsamen”, ubicado en la Delegación Tlalpan. De acuerdo con testimonios de vecinos, una parte del inmueble tiene más de 40 años y la que se cayó, no más de tres.
Ciudad de México, 21 de septiembre (SinEmbargo).– Al menos 47 edificios se derrumbaron en la Ciudad de México tras el sismo de 7.1 grados, de los cuales 14 se ubican en la céntrica delegación Benito Juárez y 13 en la delegación Cuauhtémoc. Al sur, seis cayeron en Tlalpan, cinco en Xochimilco y tres en Coyoacán, de acuerdo con el registro de Google Maps.
Entre algunas construcciones que se desplomaron destacan obras con una antigüedad no mayor a 30 años. A partir de 1986, se expidieron leyes y protocolos para que las nuevas edificaciones cumplieran con los mínimos requisitos para que la devastación causada por el terremoto del 19 de septiembre de 1985 no se repitiera.
Sin embargo, tras el sismo de este martes, decenas de edificios se desplomaron con el paso de la devastadora onda tectónica. Uno de los casos más álgidos es el del Colegio “Enrique Rébsamen”, ubicado en el número 11 de la calle Rancho Tamboreo en la Delegación Tlalpan.
De acuerdo con el testimonio de Mariana, una de las vecinas de la escuela, el edificio viejo “estaba bien construido porque tenía unos castillotes enormes”. La estructura que sobrevivió al terremoto “tiene 40 años de haber sido construida”, explicó.
En cambio, el anexo “tendrá como tres años a lo mucho”, dijo don Armando, quien vela por el edificio donde vive Mariana, ubicado en el número 22 de la calle Rancho Tamboreo, un edificio naranja que encara al colegio devastado.
“No estaba bien construido”, añadió el vecino de Tlalpan.
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