Un juez ordena vigilar e impedir que empresas sigan contaminando el Río Alto Atoyac
Por Redacción/ Animal Político
El juez Martín Adolfo Santos Pérez, titular del Tercer Juzgado de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, ordenó al gobierno federal emprender “las medidas pertinentes” para impedir que “empresas y terceros” continúen realizando descargas de contaminantes al Río Alto Atoyac, cuerpo de agua que discurre por los estados de Puebla y Tlaxcala, y cuya toxicidad amenaza la vida de las comunidades adyacentes.
Esta orden surtió efecto a partir del 22 de marzo pasado y se determinó como “medida cautelar” para evitar que este cuerpo de agua continúe siendo afectado por descargas de industrias, talleres textiles clandestinos y drenajes municipales, en tanto se resuelve un juicio más amplio promovido contra autoridades federales, estatales y municipales, por no ejercer sus facultades para impedir estos delitos ambientales.
La medida cautelar impuesta por el Juzgado Tercero establece que “el interés de los quejosos de proteger la Cuenca Hidrológica Río Alto Atoyac, para evitar la afectación al medio ambiente y proteger el derecho humano a la salud, derrota y prevalece sobre los intereses de las empresas y aquellos terceros que realicen descargas de residuos contaminantes”.
Sobre las condiciones ambientales de este río, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos concluyó (en marzo también) que al menos desde 1995, las autoridades mexicanas abandonaron las acciones de vigilancia y protección de este cuerpo de agua, que se convirtió en desagüe ilegal de industrias legales y clandestinas asentadas en las comunidades ubicadas en sus márgenes.
En la actualidad, según la investigación de la CNDH, la carga de arsénico en el Río Alto Atoyac impide que se desarrolle cualquier tipo de vida acuática.
Junto a este río, además, habitan alrededor de 2 millones 300 mil personas, cuya salud está en permanente riesgo no sólo por el contacto con las aguas tóxicas, sino también por la inhalación de los gases que emanan del río, y por su uso para riego de cultivos.