Asesinatos de investigadores universitarios encienden alerta sobre amenazas contra defensores en México
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Astrid Arellano/Desinformémonos
El Centro para la Sustentabilidad de la Sierra Nevada Incalli Ixcahuicopa (Centli) se fundó hace 33 años en una región de bosques y agua: las faldas de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, en el Estado de México. Los investigadores que idearon este espacio, lo visualizaron como un sitio para privilegiar la conservación del patrimonio natural, acompañados de las comunidades que lo rodean. Así lo hicieron hasta que la violencia cimbró su historia.
El 13 de junio del 2023, uno de sus fundadores, el ambientalista y defensor del agua Álvaro Arvizu Aguiñaga fue víctima de un ataque a golpes y con un hacha, dentro del propio centro que codirigió y en el que trabajó hasta su muerte. Otros de sus compañeros que se encontraban en el lugar, también fueron agredidos. La violencia alcanzó a Tlalmanalco, el municipio donde se ubica el Centli, espacio vinculado a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), una de las instituciones de educación superior más importantes en la Ciudad de México.
Por su naturaleza comunitaria y de defensa territorial, el Centli puede resultar incómodo para algunos intereses. “La presencia del centro en esta región del Estado de México puede obstaculizar la obtención de ganancias ilegales derivadas de conductas depredadoras”, dice Roberto Constantino Toto en entrevista con Mongabay Latam.