11 años de la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas: muchas promesas, cero justicia
Las familias de las personas migrantes asesinadas hace 11 años en San Fernando, Tamaulipas, se preguntan cómo es que un país como México, que a la lejanía pareciera fuerte y sólido en sus instituciones, no les ha respondido.
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El desgaste se nota, se siente. Duele e indigna. Hay una sensación de que los gobiernos han sabido cómo “administrar” la tragedia, cómo “procurar” la burocratización de la justicia. Las víctimas están cansadas, están frustradas, están molestas. Las familias de las personas migrantes asesinadas hace 11 años en San Fernando, Tamaulipas, se preguntan cómo es que un país como México, que a la lejanía pareciera fuerte y sólido en sus instituciones, no les ha respondido. 11 años tocando puertas, tratando de explicar cuál ha sido el camino de lucha y dolor. Once años yendo de allá para acá. Después de 11 años pareciera que están en el mismo lugar.
Desde hace algunos años, las familias de los 72 migrantes que acompaña la Fundación para la Justicia se reunían con autoridades mexicanas –Secretaría de Relaciones Exteriores, Secretaría de Gobernación, Fiscalía General de la República, Fiscalía de Tamaulipas– para exigir justicia, verdad y reparación, alrededor del cumplimiento de la Recomendación emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). El año pasado, cuando se cumplieron 10 años, estas reuniones fueron virtuales y el encuentro con autoridades y otros actores terminó con una lista de acuerdos que parecían esperanzadores, pero nada pasó. Casi nada se cumplió.