A 3 meses del asesinato de Samir solo hay pruebas perdidas e impunidad
Alberto Pradilla/Animal Político
“No hemos visto respuestas ni avances, la carpeta sigue igual”, reclama la viuda del activista opositor a la termoeléctrica de Morelos.
Tres meses después del asesinato de Samir Flores, activista opuesto a la termoeléctrica de Morelos, no hay avances en la investigación. Su familia no se fía de las autoridades y denuncia que lo mataron por sus posiciones políticas.
“No confío nada en las autoridades. Esto parece que va a quedar impune. ¿Cuántos asesinatos? ¿Cuántas madres buscan a sus hijos desaparecidos? Empezando por los 43 de Ayotzinapa. ¿Cuántos años pasaron y no hay justicia ni nada? Nos pasó esto y puede quedar así, igual, como ocurrió en muchos otros casos”.
Liliana Velásquez Fuentes tiene 36 años y es viuda de Samir. Es 16 de mayo y la mujer se encuentra en Huexca, que conmemora el séptimo aniversario del inicio de las protestas contra el Plan Integral Morelos, un proyecto de termoeléctria y gasoducto que ha enfrentado una fuerte oposición en la zona. En la plaza, algunas pancartas recuerdan al activista fallecido y exigen justicia. Aunque su esposa no tiene fe en que algún día pueda saber quién lo mató.
“No hemos visto respuestas ni avances, la carpeta sigue igual”, dice la Velásquez. “Cometieron muchos errores”, dice sobre la Fiscalía.
“Ahora tratan de decirnos que nosotros tenemos la culpa, que por nosotros se perdieron pruebas”, protesta. “Ellos saben cuál era su trabajo, tuvieron que hacerlo en su momento. No pueden decir que por nuestra culpa se perdieron pruebas”.