8 de cada 10 trabajadores ha renunciado a un trabajo por acoso laboral
Redacción / El Economista
De acuerdo con una encuesta realizada en agosto del 2018 por Online Career Center (OCCMundial) a 800 trabajadores, 8 de cada 10 empleados ha renunciado a un trabajo por acoso laboral o, como se le denomina, mobbing, y 53% asegura que en su trabajo no existen medidas para erradicar este tipo de violencia.
La Organización Internacional del Trabajo define el acoso laboral como la acción verbal o psicológica de índole sistemática, repetida o persistente por la que, en el lugar de trabajo o en conexión con el trabajo, una persona o un grupo de personas hiere a una víctima, la humilla, ofende o amedrenta.
OCCMundial reconoció las acciones más comunes del mobbing: exageración de fallas y errores, minimizar esfuerzos, logros o aciertos, ignorar y no integrar a trabajadores en actividad, sobrecarga de trabajo y amenazas verbales o escritas.
Por otra parte, un estudio del año pasado realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que el acoso laboral ocurre por igual entre hombres y mujeres, aunque en las mujeres es más común el de tipo sexual, y en los varones es más usual la violencia física.
Entrevistada por El Economista, la presidenta de la asociación civil Casa Gaviota, María Dolores Blancas, enfatizó la necesidad de identificar a los actores que participan en este fenómeno: el generador, la víctima, los cómplices y el observador.
“Es muy importante la participación activa del observador, para que pueda acercarse a la víctima y atestiguar en una denuncia de hostigamiento. Ahí ya hay un refuerzo de la no omisión. Además es una pieza clave para que la víctima no llegue a caer en un estado de depresión y también tiene una responsabilidad”, comentó.
De acuerdo con el estudio de la UNAM, 60% de los trabajadores aceptó haber sido testigo de un acto de acoso laboral en algún momento de su vida.