Las mexicanas ganan cinco veces menos que los hombres… y con un mismo nivel educativo: Coneval
Por Redacción/Sin embargo
La realidad de las mexicanas en el Día Internacional de la Mujer: mayor pobreza, menos ingreso, mayor rezago educativo, acceso a la salud gracias a que otros le transfieren el beneficio, inseguridad alimentaria y jornadas de trabajo parciales, sin contrato.
De acuerdo con datos del Coneval, las mujeres ganan una quinta parte menos que sus pares, aun cuando posean el mismo nivel educativo, mientras que del total de la población en pobreza en México, el 44 por ciento son mujeres.
Ciudad de México, 8 de marzo (SinEmbargo).- Mayor pobreza, menos ingreso, mayor rezago educativo, acceso a la salud gracias a que otros le transfieren el beneficio, inseguridad alimentaria y jornadas de trabajo parciales, sin contrato, esa es la realidad de las mujeres mexicanas, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Y además de vivir con todas esas condiciones, estas cifras correspondientes a la continuidad de los indicadores de Pobreza y Género, las mujeres tienen una sobrecarga de trabajo doméstico –no remunerado–, que se traduce en 12 y 17 horas de trabajo por semana más que los hombres.
Sobre los salarios, las mujeres perciben remuneraciones más bajas que los hombres y esa brecha es más acentuada en la población en situación de pobreza: en 2016 los datos muestran que las mujeres ganan una quinta parte menos que sus pares, aun cuando posean el mismo nivel educativo.
En el acceso a la educación, de 2010 a 2016, la brecha en el rezago educativo entre jefes y jefas de hogar disminuyó, sin embargo las mujeres presentan niveles de rezago más altos que los hombres, sobre todo si están en condición de pobreza. En 2016, la brecha educativa entre ambos sexos se ubicó en 6.5 puntos porcentuales.
Las cifras en cuanto la inclusión al mercado laboral, hay “inequidades” frente a las condiciones de los hombres y se refleja en el acceso diferenciado a la seguridad social como prestación del trabajo. En 2016, por cada 100 hombres ocupados que contaban con los beneficios de la seguridad social por su trabajo, 62 mujeres ocupadas se encontraban en la misma situación y así ha sido desde 2010.
La brecha se acentúa entre la población con condición de pobreza: en 2016, por cada 100 hombres ocupados que contaban con seguridad social, 49 mujeres ocupadas tenían acceso.