El caso por el homicidio de Berta Cáceres suma un detenido más; activistas acusan que no es suficiente
Por Redacción/ The New York Times
TEGUCIGALPA — La policía hondureña arrestó a un ejecutivo de alto rango de una compañía hidroeléctrica en conexión con el asesinato en 2016 de la activista Berta Cáceres, quien lideró durante una década una lucha contra la construcción de una represa en territorio indígena. Las autoridades adujeron que él había participado en la planeación del crimen.
Roberto David Castillo Mejía era presidente ejecutivo de la compañía hondureña que construía la represa, Desarrollos Energéticos S. A. (DESA), cuando la activista Berta Cáceres fue asesinada a tiros.
Castillo Mejía fue arrestado el viernes en un aeropuerto en San Pedro Sula, al norte de Honduras, cuando se disponía a tomar un vuelo a Houston, de acuerdo con los reportes de los medios, al citar a la oficina del fiscal. El Ministerio Público dijo que Castillo era “la persona a cargo de proveer logística y otros recursos a uno de los autores materiales que ya enfrenta proceso por el crimen”, según Reuters.
Este es al menos el noveno arresto relacionado con el homicidio de Cáceres, de 43 años, una maestra que luchó para bloquear la construcción de la represa Agua Zarca a lo largo del río Gualcarque, el cual es sagrado para la cultura lenca. Cáceres, quien en 2015 fue galardonada con el Premio Medioambiental Goldman, había enfrentado numerosas amenazas y los asesinatos de otros miembros de su organización.
En marzo de 2016, hombres armados entraron en la casa donde se estaba quedando en La Esperanza, su ciudad natal en el oeste de Honduras, y la mataron a tiros.
El gobierno hondureño ha estado bajo intensa presión para encontrar a los asesinos de Cáceres. El homicidio ocurrió cuando el presidente Juan Orlando Hernández trataba de proyectar una nueva imagen de su país, uno de los más violentos del mundo.