Indígena mazahua estuvo preso siete años por un delito que no cometió; hoy fue liberado
Por Redacción/Animal Político
Sergio Sánchez Arellano fue detenido en Nezahualcóyotl, y presentado ante un MP como presunto homicida y ladrón; estuvo preso siete años, hasta que lo liberaron por falta de pruebas.
Luego de pasar siete años preso, acusado de cometer homicidio y robo calificados, Sergio Sánchez Arellano, fue puesto en libertad este jueves 1 de febrero, al no encontrarse pruebas en su contra.
La noche del 29 de marzo de 2010, Sergio, indígena mazahua, se encontraba afuera de su domicilio con su esposa, en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, cuando unas diez personas vestidas de civil, que se transportaban en automóviles que no estaban identificados como vehículos policiales, lo privaron de la libertad sin explicar el motivo del arresto y sin presentar una orden de aprehensión en su contra.
Un día después, fue puesto a disposición de un Ministerio Público. De acuerdo con el relato de Sergio, durante el lapso comprendido entre su detención y su ingreso a la agencia ministerial, fue víctima de golpes, amenazas con arma de fuego y malos tratos, con el fin de que se confesara culpable por los delitos de los que se le acusaba.
Sin embargo, las autoridades sostuvieron una versión diferente: el informe policial y las declaraciones de los policías (que difieren entre sí) señalan que los agentes acudieron afuera de la estación de metro Tacuba, en la Ciudad de México, acompañados de una supuesta testigo de un homicidio que había ocurrido en ese lugar cuatro semanas antes, para intentar encontrar al sospechoso.