Mujeres describen con dolor su tortura sexual en Atenco, en la sesión de la CIDH en Costa Rica
Por Redacción/Sin Embargo
Ciudad de México, 16 de noviembre (SinEmbargo).- Exigen verdad y justicia. En compañía de representantes de la organización Centro Prodh y del Estado mexicano, este jueves cuatro mujeres víctimas de Atenco declararon ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en San José, Costa Rica, haber sido víctimas de tortura sexual en un operativo policiaco ocurrido en mayo de 2006, durante la administración de Enrique Peña Nieto en el Estado de México.
Destacaron la importancia de la perspectiva de género en la investigación ya que la tortura sexual es una práctica particular de control social contra las mujeres.
Ante la ineficacia de las investigaciones y ausencia de sanciones en México, en 2011 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tomó el caso y en octubre de 2015 resolvió a favor y declaró que 11 mujeres en Atenco habían sido víctimas de detención ilegal y arbitraria, tortura física, psicológica y sexual, falta de acceso a la justicia y otras violaciones a derechos humanos por parte de las autoridades. Lo turnó a la Corte.
Aunque en marzo de 2013 el Estado mexicano reconoció su responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas policiacas, las declarantes exigieron este día que se esclarezca el caso detectando la cadena de mando, ya que las autoridades mexicanas las llamaron “mentirosas” y hasta el momento, a pesar de haber sido un operativo grande, no han sido consignados los responsables a nivel estatal y federal.
En contraste, las víctimas estuvieron presas durante años acusadas del presunto delito de ataques a las vías de comunicación. Fueron liberadas por falta de pruebas.
Por ello, en su condición de sobrevivientes, pidieron un Centro de documentación y reparamiento para mujeres víctimas que atienda sus necesidades médicas, psicológicas y jurídicas para generar un espacio de confianza, así como un mapeo de tortura sexual en el país.
“LA TORTURA SEXUAL DESTRUYE VIDAS”: NORMA
Norma Aidé Jiménez Osorio fue el 4 de mayo de 2006 a San Salvador Atenco. Tenía 23 años, era estudiante de artes plásticas en el INBA y colaboraba para una revista independiente, por lo que trató de documentar lo que había ocurrido un día antes como “un profundo acto de solidaridad”. Un policía había disparado a un niño en Texcoco luego de un enfrentamiento con comerciantes floristas.
Después de ser golpeada y víctima de acoso sexual, no pudo terminar la carrera porque los dedos de sus manos quedaron afectados. Ahora es profesora de arte en una escuela y dedica todo su tiempo para acompañar a las víctimas de tortura sexual.
“Mi papá no nos habla y cree que estoy equivocada por estar denunciando aquí”, ha declarado llorando.