Diseñar fiscalía independiente antes que titular, plantea ONU
Por Redacción/La Jornada
Ciudad de México. La transformación de la Procuraduría General de la República (PGR) a Fiscalía General no debe ser cosmética, por el contrario, los debates legislativos deben centrarse en alcanzar una nueva instancia independiente, autónoma, ajena a intereses políticos; además, la prioridad debe ser el diseño de la institución antes que el nombre de quien será su titular, aseveró el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Jan Jarab.
Subrayó que las reformas constitucionales y legislativas que se formulen para alcanzar este objetivo deben tener como eje rector a la justicia y al fortalecimiento del estado de derecho. En ese marco, llamó a los senadores analizar en el actual periodo de sesiones las reformas para alcanzar este objetivo.
El funcionario internacional participó esta mañana en la inauguración de un seminario sobre el combate a la impunidad en América Latina, organizado por diversas organizaciones civiles y que se realizó en el Senado de la República. Ahí, recordó que existe un consenso amplio de órganos nacionales e internacionales de que el sistema de procuración de justicia en el país enfrenta una grave crisis y que la confianza de los ciudadanos en las instituciones es muy baja.
“El Senado tiene una ventana de oportunidad para demostrar su voluntad e incidir en la creación de una Fiscalía General de la República con una mirada de largo plazo. México requiere de un sistema de procuración de justicia que logre romper con los círculos de impunidad y corrupción, y la reforma al artículo 102 (de la Constitución) es un primer paso en esta discusión”.
Enfatizó que “sería un error” reducir la deliberación de la creación de esta nueva instancia a un mero debate sobre el perfil de su titular. Si bien, dijo, antes de ello es preciso definir el diseño de la institución.
Aunque, acotó, “ni el mejor diseño institucional garantizará el éxito si no hacemos la selección de su titular basada en mérito, con base en sus cualidades y no en intereses partidistas. Su designación debe darse de la consulta abierta, participativa e incluyente. Tener a un fiscal con esas características, con un proceso de selección que se apegue a los estándares internacionales e independencias de las fiscalías, sería un paso importante para lograr una fiscalía autónoma”.