Militarización de la frontera: muertes de migrantes que intentan entrar a EU se triplicaron en tres años
Foto: Andrea Godínez
Rosario Marina, Verónica Liso, Gabriela Villegas y Andrea Godínez/Animal Político
Las políticas públicas migratorias de Estados Unidos, que consisten en militarizar toda la frontera y dejar abiertas las zonas más peligrosas e inhóspitas, no logran un efecto de disuasión como anuncian, sino que aumentan el número de muertes.
En 1994, durante el mandato de Bill Clinton en Estados Unidos, la política migratoria tuvo un cambio de rumbo. La Patrulla Fronteriza recibió la orden de frenar la migración con una estrategia que titularon “Prevención a través de la disuasión”. El nombre, compuesto de términos neutros, pretendía disimular la violencia de la idea que lo impulsaba.
El plan consistía en militarizar la frontera y dejar abiertas las zonas más peligrosas e inhóspitas para que las personas migrantes crucen. Esta política provocó un fenómeno llamado efecto embudo. La efectividad de la política se midió con dos indicadores: aumentaron las muertes en la frontera y bajaron las detenciones.
“La estrategia se basó en el potencial letal de los desiertos del suroeste de EE.UU”, dice en un artículo académico la antropóloga Robin Reineke, que trabajó durante años en la morgue del condado de Pima, Arizona, para identificar migrantes muertos en la frontera.