Me cuidan mis amigas, no la policía: violaciones a los derechos humanos en León
Pamela Zambrano y Rita Muciño Corro/Animal Político
14 años después, en Guanajuato se repiten las omisiones y falencias que tuvieron lugar en San Salvador Atenco, lo que permite dimensionar los grandes retos y pendientes a resolver por parte del Estado mexicano.
El pasado 22 de agosto las miradas del país estuvieron sobre León, Guanajuato, debido al abuso de la fuerza pública, detenciones arbitrarias y violencia sexual en contra de mujeres y adolescentes durante una manifestación feminista para exigir justicia para Evelyn, una joven que sufrió abuso sexual por parte de varios policías en León.
De acuerdo con lo relatado por personas que presenciaron lo ocurrido, así como de las notas periodísticas, las violaciones a derechos humanos suscitadas por la corporación de León al finalizar de la marcha fueron varias: i) detuvieron a 26 personas arbitrariamente en diferentes puntos de la ciudad; ii) abusaron del uso de la fuerza pública durante las detenciones; iii) abusaron sexualmente de mujeres y adolescentes resguardadas; iv) incumplieron su obligación de garantizar el interés superior de la niñez, y v) limitaron el trabajo de las reporteras que se encontraban cubriendo los hechos.