Aumentan feminicidios de niñas y adolescentes
Redacción / Excélsior
A México le urge replantear, en el marco de las nuevas estrategias de seguridad pública, lo que se ha hecho para reducir la violencia feminicida, pero, muy en particular, la que se ejerce en contra de las niñas, por ser niñas.
En efecto, si es de por sí difícil entender el horror que significa el asesinato de mujeres por el hecho de serlo, esa dimensión de la maldad cobra un matiz singular cuando las víctimas son niñas y adolescentes. ¿Cómo explicar la saña y el sadismo implícitos en la violencia ejercida en contra de niñas? ¿Cómo entender el odio hacia una niña por el hecho de serlo? Y más aún ¿cómo diseñar políticas públicas que nos lleven a la inmediata erradicación de esta modalidad de la maldad humana?
La violencia feminicida contra las niñas
Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestran que el número de casos de feminicidios, en los cuales la víctima era menor de edad, se han incrementado año con año, al menos en el periodo para el cual se cuenta con estadísticas comparables.
En efecto, las estadísticas sobre incidencia delictiva muestran que, en el año 2015, el número de feminicidios perpetrados contra menores de edad fue de 49; esto implica en ese año, un promedio aproximado de un caso cada 7.5 días. Para el año 2016 la cifra creció a 53 casos de feminicidios contra niñas o adolescentes, es decir, un promedio de un caso cada semana.