La sobreexplotación de mantos acuíferos tiene al país en crisis: expertos universitarios
Por Redacción/Animal Político
En México se extrae anualmente 60 % más agua de la que se infiltra a los acuíferos, por lo que 16 % de estas reservas presentan condiciones de “franca sobreexplotación”.
La actual crisis de abasto de agua en México es resultado de una cadena de errores en materia política, cuyo efecto nocivo se conjuga y potencia en la actualidad, luego de que durante décadas se ha soslayado el deterioro constante de los acuíferos subterráneos —la única fuente de agua dulce para la mayor parte del país—, y por el contrario, hasta la fecha se mantiene una línea institucional que fomenta la sobreexplotación, advirtieron académicos de la UNAM, y las universidades autónomas de Chapingo y Zacatecas, que integran el “Seminario universitario de sociedad, medio ambiente e instituciones” (SUSMAI).
Las cifras hablan por sí mismas: con base en reportes oficiales, los expertos universitarios destacaron que cada año, en México se extrae 60 % más agua de la que se infiltra a los acuíferos, por lo que 16 % de estas reservas subterráneas ya presentan condiciones de “franca sobreexplotación”; 40 % están contaminados con tóxicos altamente dañinos (incluso radioactivos); otro 18% se ha contaminado por infiltración salina y 191 cuerpos de agua superficiales (ríos, lagos, lagunas) se consideran en “serio proceso de deterioro”.
Los expertos destacaron que la mayor parte del país presenta un clima árido y semiárido, por lo que los mantos subterráneos son la única fuente de agua no sólo para la mayoría de la población, sino para toda forma de vida.
La mala gestión del agua desarrollada al menos desde 1990, se destacó, representa una violación a los derechos humanos de la población, en particular porque aún en un ámbito nacional de sobreexplotación, el agua extraída no se reparte de forma equitativa, lo que genera “segregación” de los sectores poblacionales más vulnerables, tanto en localidades urbanas como en rurales.