Un año después #MexicaliResiste en lucha por el agua contra su propio gobierno
Por Uriel Reyes (@upolch)
Desde la toma de protesta de Donald Trump, el mensaje casi hostil hacia México ha quedado más que claro; los intereses del pueblo estadounidense son prioridad, y no nos piensan conceder nada. En este contexto es aún más difícil entender las acciones del gobierno de Baja California, encabezado por Kiko Vega, que ayer atacó y detuvo ilegalmente a ciudadanos que luchan por el agua. El gobernador ya ha dejado clara su postura: el agua pertenece a la cervecera estadounidense Constellation Brands.
En enero de 2017 las manifestaciones en Baja California contra el gasolinazo y la Ley del Agua –que buscaba privatizar el servicio en el estado– trascendieron a nivel nacional. Fue un movimiento civil sin precedentes en aquella entidad norteña que logró la derogación de la ley. Una victoria para la sociedad civil y un revés para el gobernador Kiko Vega, que no se quedaría con los brazos cruzados.
Mexicali Resiste se formó a partir de esa lucha de forma espontánea, con personas que ya venían trabajando en organizaciones y movimientos, pero tomando como base ciudadanos sin experiencia en ese tipo de luchas. El siguiente objetivo era claro: defender el agua de su propio gobierno, que planea entregarla a una empresa extranjera.
Ayer por la tarde el gobernador daba un “emotivo” discurso en el marco del aniversario número 66 de Baja California.
“La gente siempre ha sacado por delante el carácter y esa férrea voluntad, herencia de nuestros ilustres pioneros, que nos ha permitido construir día a día el gran estado que somos hoy, la Baja California que es la tierra de nuestros padres y la casa de nuestros hijos”.
Al mismo tiempo, un cuerpo antimotines atacaba a golpes y pedradas a ciudadanos que intentaban detener la construcción del acueducto que requiere la cervecera, y que pone en riesgo el suministro de agua para ciudades y zonas rurales de la entidad.
¿Qué se puede decir cuando un estado mexicano utiliza sus recursos al servicio de una empresa estadounidense? ¿Qué podemos decir cuando además de quitarle el agua a sus ciudadanos para regalársela a una de las cerveceras más poderosas del mundo, paga con recursos públicos la infraestructura necesaria para hacerlo? ¿Qué podemos decir cuando, además de todo, utiliza a elementos de la policía del estado para reprimir a quien se opone?
A esas autoridades estatales hay que hacerles notar que no sólo los medios de comunicación locales –controlados muchos de ellos a través de publicidad oficial– están haciendo eco de lo que ocurre, y que hay miradas en todo el país tomando nota de sus acciones a pesar de provenir de un gobernador gris y de bajo perfil.
Si les interesa, y espero que sí, no duden en seguir lo que ocurre en aquella esquina del país a través de las redes sociales de Mexicali Resiste.
Este texto se publicó originalmente en The Mexican Times.