Maltrato obstétrico, resultado de un clima de violencia institucional
Por Redacción/La Jornada
En México, miles de mujeres padecen maltrato de médicos y enfermeras durante el parto, pero también antes y después, como parte de un clima de violencia obstétrica que incluye la negativa de los hospitales a tratar a las pacientes o atenderlas de manera deficiente, sobre todo en las regiones más pobres y marginadas del país.
Así lo denunciaron víctimas y especialistas en el tema, quienes señalaron que el origen de este fenómeno se encuentra lo mismo en la escasez de recursos económicos del sector salud, que en la falta de capacitación del personal sanitario, así como en la persistencia de estereotipos de género sobre las mujeres y la maternidad.
El caso de Verónica Sánchez Macín resulta ilustrativo. En 2014 fue enviada al hospital general de Tlalnepantla Valle Cey-lán para que las condiciones de su embarazo fueran revisadas. Ahí, los médicos encargados tomaron nota de que el cordón umbilical estaba alrededor del cuello del bebé, pero lo descartaron como un factor de riesgo.
En la madrugada del 29 de octubre de ese año, acudió al nosocomio tras sentir contracciones y dolores muy fuertes, pero los médicos le ordenaron volver ocho horas después, por considerar que la dilatación de su matriz aún era muy poca.
Ese mismo día en la tarde, Verónica regresó al hospital y desde que ingresó a urgencias percibió una actitud hostil en su contra y de otras mujeres que también se encontraban a punto de dar a luz.
“Te atienden chavitos de 20 o 25 años a lo mucho, y la actitud de todos es la misma: ‘haga lo que yo le digo y no pregunte’. Se enojaron porque me había ido en la mañana y todo el tiempo tienen una actitud de acoso. Creen que exageras en tu dolor o que no es nada extraordinario; no te ponen atención si no tienes dislocada la columna o esperas gemelos o trillizos”, recordó.