Los detienen, acusan y juzgan, pero miles de indígenas en México están presos sin saber por qué
Por Redacción/Sin embargo
De acuerdo con datos de la CNDH, toda la población penal indígena recluida en México (unos 8 mil) están aún a la espera de una sentencia: es decir, pagan prisión sin condena firme. La mayoría no sabe por qué está allí.
Organizaciones civiles como Otigli han empezado a trabajar junto a la Procuraduría a través de convenios para disminuir la situación de vulnerabilidad, pero la atención es insuficiente porque se circunscribe casi siempre a la capital y no logra abarcar la periferia. Eso sin contar que en México, por cada 600 mil habitantes indígenas, hay solo un defensor público federal.
Ciudad de México, 16 de noviembre (RT/SinEmbargo).- Firmar la hoja en blanco y admitir la culpa porque no queda de otra, porque no hablas español, porque eres indígena.
Hasta noviembre de 2015, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México estimaba que unos 8 mil 500 indígenas permanecían recluidos en los centros penitenciarios del país. De esa cifra, apenas el 15 por ciento supo de qué se le acusaba, porque solo ese porcentaje tuvo acceso a un traductor.
René Ramírez, directivo de la Organización de Traductores Intérpretes, Interculturales y Gestores en Lenguas Indigenas (Otigli), dice que en la actualidad el número es más alto, “de unos 10 mil”. Solo en el Distrito Federal, la cifra aproximada es de 2 mil reos. ¿Cuál es la mayor dificultad para contabilizarlos? Que la mayoría no admite su procedencia étnica “por el asunto de la discriminación” durante el proceso judicial y hasta dentro de los recintos penitenciarios. En ese silencio, empieza el túnel hacia la falta de garantías procesales.