El país de los agachados
Por Ixchel Cisneros
@Chelawuera
Esta nota se publicó originalmente en The Mexican Times el 5 de enero del 2017.
¡Bonita manera de iniciar el año! El dólar, la gasolina y los precios por los cielos, el panorama del 2017 parece bastante incierto y oscuro, aun así, -llámenme optimista- creo que algo bueno puede salir de esto.
De no ser por la toma de protesta de Enrique Peña Nieto, no recuerdo un momento en el que sin mucha coordinación, más que en redes sociales, las personas hayan salido en varios estados a exigir algo, lo que sea.
El pasado 1º de enero, mi mamá, emocionada me enseñó una fotografía de un grupo de personas reunidas en una de las plazas más conocidas en Hermosillo, Sonora, organizándose contra el “gasolinazo”, -cabe mencionar que es una ciudad donde sus habitantes no están acostumbrados a movilizarse- pero algo los hizo dejar su rutina y salir a las calles.
Después de esa foto, me llegaron otras, de por lo menos, 12 estados donde ciudadanos y ciudadanas levantaban cartulinas con frases como: “Fuera Peña”, “Únete pueblo”, “Todos contra el gasolinazo”; algunos podrán decir que eran sólo 20, 30, 40 personas pero a mí, se me enchinó la piel. No están de acuerdo con el rumbo que ha tomado este país y hacen público su descontento. Para mí, eso es suficiente.
Si hay uno de los clichés de los mexicanos, que me revienta, es aquél que nos pinta como agachados, que aguantamos todo, porque no, no está bien que aguantemos, no está nada bien que callemos por las miles de personas desaparecidas, por los asesinatos, por los gobernadores rateros, por los diputados que se aprueban bonos de fin de año, por un presidente y su esposa que aceptaron una Casa Blanca.
Y sí, Peña Nieto prometió que los energéticos no iban a subir con la reforma energética y NO CUMPLIÓ. ¿De verdad nos vamos a conformar con decir: “ah era una promesa como las muchas que hacen los políticos y no las cumplen”? Pues no, no estoy dispuesta a que me sigan viendo la cara.
Ya sea por el aumento a la gasolina, por las y los desaparecidos, por los constantes asesinatos, por los estados en quiebran, por el descaro de aceptar casas, de los que más tarde construirán carreteras, por lo que te mueva, sal a las calles, troléalos en redes sociales, no votes nuevamente por ellos. El poder se los dimos nosotros, quitémoselos, nos merecemos un mejor país, luchemos por él.
Basta de rémoras, de ladrones y ladronas, de descarados, de mentirosos y mentirosas. No somos un país de agachados, somos un país de 120 millones de personas que en su mayoría se levanta todos los días a trabajar honestamente para ser felices y sacar adelante a su familia. Echemos a las y los indeseables y pasémosles la factura.