“Aquí nacimos y aquí nos vamos a morir”: habitantes de La Colorada ante despojo de minera canadiense
Por Redacción/Desinformémonos
Zacatecas I Desinformémonos I En La Colorada, municipio de Chalchihuites, Zacatecas, no cesa el despojo y el desplazamiento de la comunidad por parte de la minera canadiense Pan American Silver. En un pronunciamiento, la asamblea general de la comunidad La Colorada hace un llamado y denuncia las graves violaciones a sus derechos humanos y territoriales por parte de la empresa canadiense que desde hace tres años destruyó sus casas, los despojó de sus tierras, los hostiga y amenaza, destruye a la Madre tierra y los hace vivir en una permanente incertidumbre.
En 2015, habitantes de la comunidad La Colorada denunciaron que la minera canadiense destruía sus vivienda para expander sus instalaciones. Más de 20 familias con más de 30 años habitando sus casas, fueron despojados y desalojados sin más argumento de los abogados que “la empresa necesita los terrenos”.
La minera canadiense Pan American Silver hizo su arribo a La Colorada en 1998 para explotar la plata y el oro de la zona en una mina subterránea que veinte años después ha duplicado su producción, sin ningún beneficio para la comunidad. Desde entonces, la afectación a los habitantes ha ido en aumento al apropiarse de su territorio y desalojarlos bajo amenazas, demoliendo sus viviendas y suspendiendo servicios básicos como agua y energía eléctrica. Así es la cotidianidad de la comunidad La Colorada.
“Aquí nacimos y aquí vamos a morir” señalaron en enero de este año al medio Pórtico de Zacatecas las familias despojadas a quienes les demolieron 142 viviendas. Sus propietarios, hostigados y presionados por la empresa, firmaron contratos de comodato para habitar las viviendas diminutas y de lámina que la canadiense Pan American Silver les ofreció a cambio, para apropiarse así del territorio y explotar a tope la plata y el oro. A pesar de la minuta firmada ante el gobierno estatal en 2015, en la cual la empresa se comprometía a no construir sobre las casas derribadas y a darles dos hectáreas de tierra para huertos familiares y la construcción de un equipamiento recreativo, tres años después, nada se ha cumplido.