A 6 meses del sismo, damnificados siguen atrapados en la burocracia y viviendo en la calle
Por Redacción/Animal Político
Afectados por el sismo de la calle Petén 915 denuncian que tras el sismo del 19 de septiembre, la reconstrucción sigue siendo una promesa; muchas familias siguen viviendo en campamentos improvisados de lonas de plástico.
María de Jesús Ugalde se para en el camellón de la avenida General Emiliano Zapata, en la delegación Benito Juárez, y en silencio observa el vacío que antes del sismo del 19S ocupaba un edificio de seis plantas en la calle Petén 915.
-Ahí vivíamos 12 familias –dice apuntando a lo que ahora es un predio cercado por tablones, donde a través de los huecos de las maderas puede apreciarse restos de fierros retorcidos, y el hueco intacto del elevador-.
-Diez personas murieron en mi edificio –añade la mujer haciendo un esfuerzo para no romper a llorar-. Entre ellas, mi mamá.
María de Jesús no estaba en su departamento. Tuvo suerte de no estar en el lugar equivocado durante el sismo que dejó 228 muertos solo en la Ciudad de México. Aunque con el ceño fruncido y un paquete de documentos garabateados acaparando sus manos, la mujer dice que no se siente afortunada. Al contrario, recalca, además de la muerte de su madre, ahora está viviendo “otra tragedia”: la de enfrentar a la burocracia para reconstruir su patrimonio.
Obstáculos y más obstáculos
-Los damnificados perdimos nuestras propiedades, nuestras vidas y a nuestros seres queridos. Y además, vemos que al Gobierno de Miguel Ángel Mancera no le interesa la reconstrucción, porque lo único que nos ha puesto son obstáculos y más obstáculos –asevera María de Jesús.
El primer obstáculo fue conseguir un dictamen de desastre. Antes del sismo, explica la mujer mientras va sacando con un ritmo vertiginoso documentos de varias carpetas, jamás había escuchado de ese dictamen. Pero tras el colapso de su edificio en cualquier ventanilla se lo exigían: las compañías de luz, agua, gas, y hasta de telefonía e internet. Y por supuesto, también la aseguradora, que amenazaba con no hacer válida la póliza.
Un mes después, y luego de investigar por su cuenta dónde acceder a ese documento, María de Jesús y sus vecinos consiguieron el dictamen de desastre que otorga el Instituto para la Seguridad de las Estructuras.
Luego, tuvo que poner una denuncia en el Ministerio Público por el derrumbe del edificio y el saqueo de pertenencias, y a continuación registrarse en la plataforma ‘Salvemos tu casa’, para que se les reconociera como damnificados y acceder a las opciones de financiamiento que ofrece el gobierno capitalino.
A continuación, María de Jesús saca un folleto de la carpeta y explica que el crédito que les plantearon era de dos millones de pesos, pagando 16 mil 500 pesos fijos por los próximos 20 años. Pero había un detalle: los mayores de 65 años no podían acceder al crédito. Y ocho de los vecinos sobrevivientes de Petén 915 tienen más de esa edad.
-O sea, que no hay manera de tener un crédito para reconstruir nuestro edificio –sentencia María de Jesús, quien señala además que aunque esas ocho personas adultas mayores aplicaran para el crédito, tendrían que invertir prácticamente toda su pensión en pagarlo.